Científicos estadounidenses, españoles y japoneses pudieron traer un híbrido de hombre y cerdo al introducir uno de los tres tipos de células madre inducidas por el hombre en embriones de cerdo. Después de eso, los embriones fueron trasplantados en cerdas para un mayor desarrollo, que fue bastante exitoso. El material humano, es decir, su dinámica, fue rastreado utilizando una proteína fluorescente, para la producción de la cual se programaron células madre humanas.
Como resultado, estas células dieron origen a otras, que los científicos llaman los precursores de varios tipos de tejidos, en particular el corazón, el hígado y el sistema nervioso. El desarrollo del híbrido se llevó a cabo durante 3 a 4 semanas, pero luego se destruyó debido a consideraciones éticas. El propósito de todo el experimento y el desarrollo de la técnica es hacer crecer órganos que luego pueden trasplantarse al paciente.